Ciudad
de México, 21
de
abril de 2020. Tendencias Libres (Redacción).-
De acuerdo con un estudio en revisión por la revista The Lancet
sobre pacientes con COVID-19 en China e información publicada por el
sitio de noticias estadounidense Business Insider, que muestran los
resultados del estudio más grande realizado en Estados Unidos sobre
ingresos hospitalarios por COVID-19, demuestran claramente que la
obesidad es el mayor riesgo crónico para la admisión en los
hospitales, por encima de las enfermedades cardiovasculares y
pulmonares. El único factor por encima de este sigue siendo la edad.
A
partir de los datos obtenidos de 383 pacientes del Tercer Hospital
del Pueblo de Shenzhense se concluyó que “la presencia de obesidad
estuvo asociada con un mayor desarrollo de neumonía severa en
adultos hospitalizados con Covid 19”. Los pacientes con COVID-19
que presentaban obesidad tenían 86% más de probabilidades de
desarrollar neumonía severa. Esto quiere decir que las personas con
obesidad tuvieron 2.4 veces más probabilidad de presentar problemas
graves al contraer el virus. El estudio recomienda: “Como el Covid
19 continuará difundiéndose alrededor del mundo, los clínicos
deben mantener un alto nivel de atención en pacientes obesos. Los
pacientes con obesidad deben ser cuidadosamente monitoreados y
manejados con tratamientos rápidos y agresivos”.
Por
su parte, el estudio realizado por la NYU Grossman School por médicos
de la NYU Langone Health Center, aún en espera de revisión por
pares, presenta casos específicos del estado de Nueva York, sin
embargo, el grupo de estudio es extenso, pues se analizaron las
circunstancias de 4,103 personas infectadas por COVID-19 entre el 1
de marzo y el 2 de abril de 2020 en otras regiones de los Estados
Unidos.
Del
total de los pacientes analizados, aproximadamente la mitad fueron
internados en algún centro de salud. En específico, 87% de los
pacientes que tenían más de 65 años tuvieron que ser
hospitalizados, al igual que el 70% de aquellos que presentaban
obesidad y eran mayores de 35 años. Incluso aquellos menores de 35
tenías más probabilidades de ser admitidos si eran hombres y
presentaban obesidad.
Varias
investigaciones ya venían advirtiendo de la dimensión del problema,
el 8 de abril el Centro para el Control y la Prevención de
Enfermedades encontró que el 48.3% de los pacientes ingresados en
los hospitales de 99 condados en Estados Unidos eran obesos, 59%
tenían entre 18 y 49 años. De acuerdo con este Centro la “obesidad
severa” o tener un índice de masa corporal por arriba de 40 o más,
es una condición de alto riesgo para contraer la enfermedad de
COVID- 19.
El
caso de México
La
situación de México puede ser aún más dramática, en 2016 la
Secretaría de Salud emitió la emergencia epidemiológica por
obesidad y diabetes, a éstas se le suma ahora la de COVID-19. De
acuerdo con los datos de 2018, a nivel nacional un 36.1% de la
población vive con obesidad y 39.1% con sobrepeso. Un total de 8.6
millones de personas viven con diabetes y 15.2 millones presentan
hipertensión. Esto equivale al 10.3% y 18.4% de la población,
respectivamente.
De
los casos a nivel nacional de fallecimientos en personas (406) con
COVID-19,hasta el 14 de abril del 2020, el 43.35% de los casos
presentaba hipertensión, 37.68% tenía diabetes y 34.24% presentaba
obesidad.
Si
se compara con los países en los que la pandemia de COVID-19 ha
cobrado mayor fuerza, encontramos que en China apenas el 6% de la
población vive con obesidad. En el caso de Italia esta cifra alcanza
el 10%; esto es 30.1% y 26.1% menos que en nuestro país,
respectivamente.
¿Dónde
se origina esta susceptibilidad?
Los
investigadores sugieren que la relación entre el peso y la gravedad
de los casos reside en la respuesta inflamatoria de la obesidad en el
organismo; la cual puede afectar el sistema inmune y la función
pulmonar, críticos en la lucha contra el COVID-19. De acuerdo con
expertos, la inflamación es un mecanismo de defensa natural del
organismo que ayuda a evitar daños en los tejidos causadas por
factores biológicos, físicos y químicos. Para el caso de la
obesidad y las enfermedades crónicas, la inflamación es silenciosa,
de bajo grado, pero constante.
En
este sentido, las enfermedades crónicas generan una hiperactividad
de las células del sistema inmune de forma permanente, el cual
genera un agotamiento en el mismo, lo que a su vez le impide atacar
de manera efectiva enfermedades causadas por patógenos externos,
como el COVID-19. Además, la obesidad puede restringir físicamente
la respiración, lo cual es evidentemente problemático si se
presenta un caso grave de enfermedades respiratorias, como la antes
mencionada.
La
dieta saludable debe formar parte de las recomendaciones contra Covid
19
El
consumo de alimentos altos en azúcares, grasas, harinas refinadas y
otros ingredientes comunes en los alimentos ultraprocesados, aumentan
la inflamación. Si esta condición es cotidiana, se da un desgaste
del sistema inmunológico.
Considerando
que el riesgo del COVID-19 persistirá por un largo periodo, es
importante que se recomiende el mantener una dieta saludable basada
en alimentos frescos, verduras frutas y granos enteros. Esta
recomendación es muy importante para contrarrestar la tendencia a un
mayor consumo de productos ultraprocesados por las condiciones de
confinamiento.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario