Ciudad de México. 21 de mayo de 2023. Tendencias Libres (Redacción).– Cuando nos convertimos en padres, estamos bombardeados con información; por un lado nuestra familia y círculo cercano buscan compartirnos sus experiencias, por el otro, las redes sociales y el internet, en donde podemos ver todo tipo de consejos. Uno de los más comunes, y que no es del todo cierto es: “no consientas tanto a tus hijos, porque los vas a malcriar”.
De acuerdo con el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF, por sus siglas en inglés), “cuando niñas, niños y adolescentes son castigados físicamente experimentan tristeza, miedo, enojo, impotencia, culpa, confusión, y pueden sentirse lastimados o no queridos. Pueden además repetir las conductas indeseadas (justo las que madres y padres quieren prevenir), ser más agresivos/as y en general, su salud mental y su estado emocional se ven afectados”.
“Creer el mito de que demasiado amor malcría, es uno de los más importantes a desmontar que circulan en torno a la infancia. Dentro de nuestra sociedad se encuentra muy presente la idea de que limitar el amor y dilatar las respuestas a los pedidos incuestionables de atención de los niños, es lo que conviene para que aprendan a tolerar frustración, para que aprendan a encajar en sociedad; porque de lo contrario les vamos a crear un problema, los vamos a debilitar, vamos a dañar su desarrollo, los vamos a malcriar. Pero es justamente esa creencia la que puede crear problemas en el desarrollo de los niños.” Comentó Elisa Furlong, Familióloga, experta en crianza y educación de los hijos
El poder de la ausencia puede producir carencias emocionales significativas en el niño. Por el contrario, el amor es un alimento de la autoestima y de la felicidad. Los hijos reciben aceptación, reconocimiento y cariño. Con frecuencia, el afecto se demuestra a través del lenguaje de la piel. El abrazo forma parte de la comunicación corporal. Pero no solo es posible acariciar por medio del sentido del tacto. Las palabras que expresan amor adquieren la forma de caricias emocionales. Y son esenciales para potenciar el bienestar de todo ser humano. También ofreces caricias emocionales cuando lees un cuento a tu hijo, cuando le cantas una canción o cuando le observas con admiración.
En conclusión, dar amor a un bebé no es malcriar. Quien cree que la abundancia de afecto puede llegar a mimar en exceso a un niño parte de una creencia equivocada. Es importante que tu hijo se sienta querido y aceptado de forma incondicional. Y, por otra parte, cuando un padre y una madre educan con amor, demuestran lo que sienten. No olvides que amar no es una forma de malcriar, sino una fuente de resiliencia.
“Es importante mencionar que el amor no está peleado con la firmeza y la estructura, no podemos centrar la relación con nuestros hijos solo en el amor, debemos encontrar el balance perfecto entre la dulce firmeza: por un lado educar con amor incondicional y por el otro, plantear límites y estructura; ya que estos en combinación van a lograr que nuestros hijos se sientan seguros, acompañados, amados y más que nada, que puedan cumplir con obligaciones y deberes.” Concluyó Elisa Furlong, quien ha acompañado a decenas de padres y madres de familia en su camino.
Si quieres saber más sobre esto o necesitas ayuda con algún tema específico dentro de tu familia, te invitamos a ingresar a Elisa Furlong Parenting Coach, donde podrás conocer más sobre talleres y sesiones que pueden ayudarte a atravesar estas etapas de la vida de una forma más positiva para tu familia.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario